viernes, 30 de diciembre de 2011

"Mi madre"

Hoy cenábamos mi  madre y yo, patatas fritas y un huevo; mira, que nos ha dado por cuidarnos.
Salió el tema de los políticos, abstractos e inanimados seres. Creo que la televisión estaba encendida y alguien chillaba interrumpiendo nuestros pensamientos, sumidos quizás en las patatas y sus consecuencias.
De repente, mi madre dijo: "Por qué se meterán en estos jaleos, nunca se me ocurriría". Ella es así, dudando entre la espontaneidad y la ingenuidad que sus 50 años, generosos,  aún le permiten mantener.

No sé si era una pregunta retórica, seguramente, le gusta hablar con ellos; siempre discuten. Pensé entonces que mejor no saberlo, así podría seguir hablando con ellos. ¡Pero es que no son como  nosotros!. ¿Por qué intentamos entenderlos? Ahí es donde fallamos, y nos empeñamos sin descanso, nos enfadamos y volvemos de nuevo a la carga.
Me pregunto como sería su infancia. Me la imagino cargada de competiciones por el liderazgo de la pandilla de turno (con alguna "trampilla" que son niños), o quizás ligada a un aislamiento voluntario por falta de compatibilidad. Es inútil intentarlo, su comportamiento escapa a mi razón, y acaba agotándome; ya sólo lo intento cuando estudiar me conduce al retiro.
A veces guardo esperanzas con alguno de ellos, pero tienen lugar circunstancias que me siguen desconcertando.......
Ellos hablan pero en otro idioma, algo chirriante por cierto; escuchan, pero únicamente en el metro cuadrado que los rodea, y no te acerques, tienen guardaespaldas; discuten, pero no sobre los demás, ¡siguen hablando de ellos!
Llamémoslo ambición, llamémoslo delirio. No son como nosotros.

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